Usemos barbijo.
Los ojos se irritaban y lagrimeaban, la garganta picaba y las alergias estaban a la orden del día. No se podía dejar de toser, o estornudar. Mucha gente usaba barbijo, ¿No sería un poco exagerado? No sé, la cuestión es que el humo cubrió la provincia de Buenos Aires molestando para cualquier actividad de la vida diaria. Poca visibilidad dónde ni el sol lograba asomarse. Quién iba a pensar que esa cubierta de humo macizo sobre todo Buenos Aires iba a durar más de una semana.
Al principio, no recuerdo exactamente la fecha, se instaló una cortina de humo que cubría las zonas más cercanas a la quema de pastizales de la Isla Victoria causando accidentes fatales sobre las rutas más afectadas (la nº 9 y la nº 14) que provocó la limitación del transito por visibilidad nula con un saldo de, hasta ese momento, más de 9 muertos. Con el correr de las fechas ascendió a más de 15 muertos.
Hacia la madrugada de ese día anormal los medios como Clarín denominaban “fantasmagórica la noche de Buenos Aires”. Hubiese sido un buen escenario para alguna película de terror, lástima que a ningún director se le ocurrió.
Especialistas y grandes medios de comunicación advertían: “Los vientos del norte, que desde el martes transportan el humo del delta sobre la ciudad de Buenos Aires y alrededores, seguirán prevaleciendo en los próximos días” (Servicio Meteorológico Nacional); "Autopistas del Sol determinó el cierre de la Panamericana desde la denominada bifurcación de las rutas 8 y 9 y hacia el norte y oeste de la Provincia" (Dirección de Vialidad Nacional); El Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires informaba: “el humo que cubre la Ciudad de Buenos Aires, generado por la quema de pastizales en la provincia de Buenos Aires y el litoral argentino, en algunas personas puede llegar producir irritación de las mucosas (ojos, fosas nasales y boca) debido a la cantidad de partículas de polvo que transporta”. (Diario Hispano Argentino); "En las próximas 24 horas esperamos que los vientos roten y la situación mejore", apuntaba la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti.
Todos los pronósticos se equivocaron y durante los días sucesivos Buenos Aires siguió cubierta de intenso humo, lo que irritó mucho más a la gente.
“Hace más de 60 años que se queman los patizales en las islas y jamás se vio una cosa así, cuando vivía en Uruguay y en el campo quemaban los pastizales para la siembra, el humo duraba un día y después chau” Decía Elda Noble (uruguaya que hace más de 60 años vive aquí) indignada en una charla vecinal. Es cierto, ¿qué es lo que está sucediendo? Mucha gente dice que es por el viento, pero ¿nunca el humo apuntó al sudeste durante estas quemas? ¿Cuál es el problema? ¿Es la puja entre el campo y el gobierno? Hasta el día de hoy estos interrogantes no tienen respuesta.
Después de tres o cuatro días de humo, “No podía respirar, tenía los pulmones cerrados” Me contaba Daniela Cajal que es deportista, juega al handball y es arbitro de este deporte, “Suspendieron todos los partidos del fin de semana, del sábado 19 y domingo 20”. Algunos deportes amateur al aire libre fueron suspendidos por el Ministerio de Salud. El domingo a la noche tuvo que empezar a usar el nebulizador porque no se podía dormir por falta de aire, aparte de la gripe que se agarró. Es un hecho importante, porque una persona que no fuma y hace actividad física es increíble que esté afectada por este suceso anormal.
Pero no sólo eso, en la Universidad Nacional de Quilmes muchos profesores que vienen desde lejos se veían incapacitados para viajar, porque se declaró emergencia vial en toda la provincia.
Ya para el 20 de Abril, a causa de cambios en el viento, el humo se disperso hacia la región uruguaya, fuentes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informaban que la masa de humo provocada por la quema de pastos que desde hace días cubría a la capital argentina disminuyó a raíz de un cambio en la dirección del viento, aunque en las próximas horas se esperaba que vuelva a incrementarse. Lo único que faltaba eran más problemas con Uruguay, aparte de las papeleras ahora el humo que afectaba todas sus costas.
Otros interrogantes que surgían en la población era el problema de contaminación. Tanto que en la televisión se veía a un especialista midiendo el nivel de profanación del humo, por lo menos en la programación de aire, que es la que puedo ver en casa. Producían el pánico generalizado en toda la sociedad. Igualmente siempre se trató de calmar a la gente, en discursos como el de Jorge Basso, Director de Salud que declaraba al Diario Clarín "los incendios son todos de pastizales y maderas y no hay componentes químicos, lo que sin duda haría que la situación fuera muy distinta y grave". Igualmente se dicen tantas cosas que es muy difícil que se crea en los discursos. Cada uno va a creer en lo que quiera. Mientras tanto el humo seguía en Buenos Aires, los problemas de visibilidad seguían causando muertes en las rutas y problemas de respiración.
En los últimos días lo que se ve en la agenda de los medios son todas las dotaciones de bomberos que están trabajando para poder apagar el fuego de la isla.
Hoy 26 de Abril por suerte no se registraron grandes capas de humo ni olor a quemado como en los días anteriores en Buenos Aires. Sin embargo, la ciudad que sigue más afectada es Rosario y Entre Ríos, en menor grado. El tema en relación a esto es que siempre Rosario se vio perturbada, como dicen mis familiares cada vez que surge la discusión del humo, lo que pasa que no con esta intensidad y duración. Pienso que tampoco nadie le dedicaba tanta importancia como hoy en día.
Por ahora sigue la alerta porque lamentablemente los focos de incendio no fueron apagados. Parece que dependemos cada vez más de cómo el viento quiera soplar. Mientras tanto, seguiremos esperando, y aunque resulte gracioso voy a tener guardado mi barbijo, por las dudas, bajo la almohada.
Los ojos se irritaban y lagrimeaban, la garganta picaba y las alergias estaban a la orden del día. No se podía dejar de toser, o estornudar. Mucha gente usaba barbijo, ¿No sería un poco exagerado? No sé, la cuestión es que el humo cubrió la provincia de Buenos Aires molestando para cualquier actividad de la vida diaria. Poca visibilidad dónde ni el sol lograba asomarse. Quién iba a pensar que esa cubierta de humo macizo sobre todo Buenos Aires iba a durar más de una semana.
Al principio, no recuerdo exactamente la fecha, se instaló una cortina de humo que cubría las zonas más cercanas a la quema de pastizales de la Isla Victoria causando accidentes fatales sobre las rutas más afectadas (la nº 9 y la nº 14) que provocó la limitación del transito por visibilidad nula con un saldo de, hasta ese momento, más de 9 muertos. Con el correr de las fechas ascendió a más de 15 muertos.
Hacia la madrugada de ese día anormal los medios como Clarín denominaban “fantasmagórica la noche de Buenos Aires”. Hubiese sido un buen escenario para alguna película de terror, lástima que a ningún director se le ocurrió.
Especialistas y grandes medios de comunicación advertían: “Los vientos del norte, que desde el martes transportan el humo del delta sobre la ciudad de Buenos Aires y alrededores, seguirán prevaleciendo en los próximos días” (Servicio Meteorológico Nacional); "Autopistas del Sol determinó el cierre de la Panamericana desde la denominada bifurcación de las rutas 8 y 9 y hacia el norte y oeste de la Provincia" (Dirección de Vialidad Nacional); El Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires informaba: “el humo que cubre la Ciudad de Buenos Aires, generado por la quema de pastizales en la provincia de Buenos Aires y el litoral argentino, en algunas personas puede llegar producir irritación de las mucosas (ojos, fosas nasales y boca) debido a la cantidad de partículas de polvo que transporta”. (Diario Hispano Argentino); "En las próximas 24 horas esperamos que los vientos roten y la situación mejore", apuntaba la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti.
Todos los pronósticos se equivocaron y durante los días sucesivos Buenos Aires siguió cubierta de intenso humo, lo que irritó mucho más a la gente.
“Hace más de 60 años que se queman los patizales en las islas y jamás se vio una cosa así, cuando vivía en Uruguay y en el campo quemaban los pastizales para la siembra, el humo duraba un día y después chau” Decía Elda Noble (uruguaya que hace más de 60 años vive aquí) indignada en una charla vecinal. Es cierto, ¿qué es lo que está sucediendo? Mucha gente dice que es por el viento, pero ¿nunca el humo apuntó al sudeste durante estas quemas? ¿Cuál es el problema? ¿Es la puja entre el campo y el gobierno? Hasta el día de hoy estos interrogantes no tienen respuesta.
Después de tres o cuatro días de humo, “No podía respirar, tenía los pulmones cerrados” Me contaba Daniela Cajal que es deportista, juega al handball y es arbitro de este deporte, “Suspendieron todos los partidos del fin de semana, del sábado 19 y domingo 20”. Algunos deportes amateur al aire libre fueron suspendidos por el Ministerio de Salud. El domingo a la noche tuvo que empezar a usar el nebulizador porque no se podía dormir por falta de aire, aparte de la gripe que se agarró. Es un hecho importante, porque una persona que no fuma y hace actividad física es increíble que esté afectada por este suceso anormal.
Pero no sólo eso, en la Universidad Nacional de Quilmes muchos profesores que vienen desde lejos se veían incapacitados para viajar, porque se declaró emergencia vial en toda la provincia.
Ya para el 20 de Abril, a causa de cambios en el viento, el humo se disperso hacia la región uruguaya, fuentes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informaban que la masa de humo provocada por la quema de pastos que desde hace días cubría a la capital argentina disminuyó a raíz de un cambio en la dirección del viento, aunque en las próximas horas se esperaba que vuelva a incrementarse. Lo único que faltaba eran más problemas con Uruguay, aparte de las papeleras ahora el humo que afectaba todas sus costas.
Otros interrogantes que surgían en la población era el problema de contaminación. Tanto que en la televisión se veía a un especialista midiendo el nivel de profanación del humo, por lo menos en la programación de aire, que es la que puedo ver en casa. Producían el pánico generalizado en toda la sociedad. Igualmente siempre se trató de calmar a la gente, en discursos como el de Jorge Basso, Director de Salud que declaraba al Diario Clarín "los incendios son todos de pastizales y maderas y no hay componentes químicos, lo que sin duda haría que la situación fuera muy distinta y grave". Igualmente se dicen tantas cosas que es muy difícil que se crea en los discursos. Cada uno va a creer en lo que quiera. Mientras tanto el humo seguía en Buenos Aires, los problemas de visibilidad seguían causando muertes en las rutas y problemas de respiración.
En los últimos días lo que se ve en la agenda de los medios son todas las dotaciones de bomberos que están trabajando para poder apagar el fuego de la isla.
Hoy 26 de Abril por suerte no se registraron grandes capas de humo ni olor a quemado como en los días anteriores en Buenos Aires. Sin embargo, la ciudad que sigue más afectada es Rosario y Entre Ríos, en menor grado. El tema en relación a esto es que siempre Rosario se vio perturbada, como dicen mis familiares cada vez que surge la discusión del humo, lo que pasa que no con esta intensidad y duración. Pienso que tampoco nadie le dedicaba tanta importancia como hoy en día.
Por ahora sigue la alerta porque lamentablemente los focos de incendio no fueron apagados. Parece que dependemos cada vez más de cómo el viento quiera soplar. Mientras tanto, seguiremos esperando, y aunque resulte gracioso voy a tener guardado mi barbijo, por las dudas, bajo la almohada.