sábado, 24 de mayo de 2008

Reflexión como lector y escritor de mitad de cuatrimestre.

La verdad que en referencia a mi lectura y escritura me tiro siempre abajo, porque yo sé que podría más. Como lector me veo bien, desde que empecé la universidad que estoy leyendo textos de todo tipo, aunque tendría que ser más minuciosa con la misma. Con la escritura no me llevo muy bien, no estoy muy acostumbrada a escribir, y a ser crítica con mi escritura.
Igualmente siento que desde la primera entrega hasta el segundo bloque crecí, y sigo creciendo. Antes se me ocurría algo y lo escribía como salía. Ahora a medida que apoyo la lapicera sobre la hoja pienso en lo que voy a poner y lo releo diez veces. Aunque a veces de tanto leerlo ya no me doy cuenta de lo que tengo que arreglar, todo me suena “lindo”, por eso es que siempre necesito la lectura de otro sobre mis textos. Ahora estoy torturando a mi mamá, siempre que termino de escribir algo le pido que me lo lea. Y con Internet tengo mucha suerte, porque antes de imprimirlo se lo paso a todos mis compañeros de cursada, entre ellos Laura Díaz, que me ayuda muchísimo, y viendo que están sus trabajos impresos en el blog de la materia tengo el indicio de que escribe bien.
Como estudiante de comunicación es mi deber saber escribir y leer bien. Pero… ¿Qué es leer y escribir bien? Para mí, leer bien es entender lo que los ojos reflejan, aunque se tenga que releer las cosas veinte veces y preguntarse cosas al respecto al mismo tiempo. Escribir bien es tratar de expresar las cosas de la mejor manera, que se entienda, que sea significativo para quién lo lee, que den ganas de seguir leyendo lo que uno escribe, o que al terminar la escritura y muestres los resultados, lo ojeen por lo menos y te digan “me gustó lo que escribiste”; “está bueno”. Pero para obtener este tipo de efectos se necesita mucho trabajo previo. Primero investigar bien, seguir recopilando información de todos lados y no sólo “googlear” cómo hablábamos las primeras clases. No alcanza sólo con el google. Estar ahí, en ese lugar, de dónde fluye la información necesaria para trabajar, buscarla y no esperarla. Cómo decía Geertz con la escritura antropológica.
¿Dónde voy a publicar lo que escribo?; ¿Para quién va dirigido? Este tipo de preguntas influyen en el resultado, como también la forma que le quiero dar a la narración.
Todos pueden escribir, bien o mal, pero se puede hacer, igualmente me parece que es muy acotada la forma de hacerlo sino hay ayuda. Por eso, la influencia de la cursada es para mejorar estos resultados. Se puede escribir de todo, pero qué género se supone que utilizo o necesito. Todo esto es lo que da la materia, o por lo menos lo que me di cuenta hasta ahora. Me está enseñando a escribir bien, y eso me gusta. Estoy aprendiendo a utilizar mejor mi lenguaje, porque la lectura y la escritura también repercuten en el lenguaje y la oralidad. Siempre estoy reflexionando con lo que hago, todavía me cuesta reflejarlo en el blog, pero eso es por otros motivos, como la falta de tiempo.
Mi conclusión es que todo ayuda, especialmente el taller. Estar con otros compañeros que tienen a veces los mismos problemas que uno para crear, o que algunos ni los tengan pero puedan ayudar. A otros no les gusta escribir pero tienen muchísima imaginación y esto también funciona.

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