martes, 10 de junio de 2008

Notas de lector cuentos de Walsh


Qué interesante que tanto a mis compañeros como a mí la lectura de “Fotos” nos produjera sensaciones encontradas. Lo cierto es que desde un comienzo no entendí la forma de escritura, una mezcla entre citas y recortes (síntesis), lecciones orales escolares y cartas, géneros distintos y variantes del discurso, a veces no respetando signos de puntuación o de tiempo, son escenas de la vida misma. Tuve que leerlo muchas veces para entender de qué se trataba, hasta encontrarle el código, pero al fin logró su efecto y me gustó.
De la deducción que se puede lograr hacer es una obra que está ambientada en el final de la década infame de los años ´30. Primero por lo que dice el padre, siempre está anhelando aquella época en que fue senador provincial. Por toro lado siempre hacen presente su situación de grandes terratenientes como discurso de una clase social.
Como hablamos en clase, la forma del texto se la debe al título, son fragmentos de la vida de Mauricio en un pueblo que lo vio crecer, irse y volver para progresar. Como un álbum fotográfico de su vida. Dedicarse al arte, desde su punto de vista, donde todo lo que lo rodea es arte, y lo que usa para vivir son esas fotos de “chicas de primera comunión”, muy discutidas con el negro, que tenía una visión distinta sobre el tema. Para Jacinto el arte era el de alta cultura, no la utilización de un artefacto mecánico que hace todo el trabajo. (A esto hace referencia Benjamin cuando escribe sobre “la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” y la desaparición de las grandes obras de arte a partir de las nuevas tecnologías)
Hay que prestar atención a la descripción de ambientes, porque por ejemplo cuando retrata la laguna en dónde se juntaban a jugar y hacer travesuras tanto Jacinto como Mauricio, nos está adelantando, pero eso en la historia no dicha (esa segunda historia a la que hace referencia Piglia), que es un lugar importante para el desenvolvimiento de los hechos, como es la muerte fotografiada por sí mismo de Mauricio. Cómo decía Piglia hay dos historias, una es la que se cuenta y la otra está presente en lo que no se dice, en las elipsis, en un relato secreto. En el caso de “fotos” una es la vida de Mauricio a través de cartas , tanto de la hermana del negro, como de diálogos o lecciones orales, y la otra, su vida y relación con Mauricio, que va a ser la causa de su suicidio, después de su traición con la mujer que quiere, finalmente la fotografía, tan protagonista a lo largo de la historia que le va a dar el cierre y sentido a una parte del título: el casamiento de Paulina y Jacinto Tolosa, es publicado en el diario zonal y la fotografía es tomada por “Foto Ordóñez” el dueño del estudio de fotografía.
La narración leída posteriormente es “los oficios terrestres”, que está muy relacionado a la vida real del autor. Según lo que vimos en clase son los recuerdos que tiene Walsh de su colegio de la infancia. Lo más llamativo es que respeta tal cuál es el orígen espacial del cuento o mejor dicho de la situación que formó parte de su realidad. Es impactante saber que existe ese lugar y se puede recorrer de la misma manera que walsh lo vivió.
La tristeza que llega después de una gran reunión festiva y alegre. Es esa basura la que representa toda la festividad que se vivió y ya no se va a repetir. Que todo tiene un final. Aquí las dos historias se manifiestan de la misma manera, el hecho de tener que reconstruir toda esa tristeza provocada por el recorrido hasta tirar la basura, hay que sentirla o tratar de representarla. Es ésta la que forma parte de la segunda historia a la que se refiere Piglia. La gran parte de sensaciones que no se representan de manera explícita en la historia, ya que en ella, como dice Hemingway con la teoría del iceberg, sólo aparecen las impresiones que son sólo un diez por ciento de lo que realmente se quiere mostrar.
En “Esa mujer” un texto muy cargado políticamente, reconocido no oficialmente como parte de un documento periodístico muy importante sobre Eva Perón, que no llegó a serlo. Ha sido elegido como el mejor relato de la historia de la literatura argentina.
Es una persona que está tratando de descifrar la ubicación del cuerpo de esa mujer, que es sin duda Eva Perón, nunca nombrada explícitamente podríamos decir que estamos hablando de la segunda historia de Piglia, donde lo más importante no es nombrado. Y ese militar, de feo aspecto en su forma de ser y actuar, deja a nuestra imaginación su verdadera identidad. Porque estaríamos en presencia de una denuncia periodística, pero en ningún momento llega a serlo, porque sigue trabajando con la elipsis hasta el final.

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